CORPA

Dos de cada tres personas de la RM  califican el agua de la llave como mala o pésima

Una reciente investigación de Corpa, Estudios de Mercados, dio a conocer cuáles son los principales hábitos de consumo de agua en la Región Metropolitana, los que reflejan las preferencias y percepciones de los habitantes respecto a la hidratación y su calidad. 

 

En detalle, el estudio se aplicó a hombres y mujeres del Gran Santiago, y uno de los hallazgos más significativos es que, solo el 55% de los encuestados elige agua sin gas para saciar la sed, a pesar de ser la opción más natural. En contraste, un 22% de la población opta por agua con gas, siendo más común entre personas de 29 a 34 años (15%) y de 46 a 55 años (26%).

 

Además, 14% de los hombres prefiere la cerveza para calmar la sed, en comparación con sólo un 4% de las mujeres. En tanto, un 8% de los encuestados se inclina por las bebidas azucaradas, lo cual preocupa debido a los posibles impactos en la salud.

 

Respecto a las fuentes de agua, el 50% de los consumidores prefiere agua comercializada, con un 33% optando por agua embotellada filtrada y un 17% por agua mineral.

 

“Aquí se observa una diferencia de género: el 21% de las mujeres prefiere agua mineral, frente al 15% de los hombres. En cuanto al agua de la llave, solo un 14% la consume directamente, y un 11% la filtra antes de beberla. Es importante destacar que el segmento C1C2 tiene una mayor tendencia a filtrar el agua (15%) en comparación con el C3 (6%)” , indicó Pavel Castillo, gerente de Intelligence en CORPA.

 

La percepción sobre la calidad del agua de la llave en la Región Metropolitana es mayoritariamente negativa. Dos de cada tres encuestados califican el agua de la llave como mala o pésima, con una evaluación promedio de 3,4 en una escala de 1 a 7. Esta percepción negativa es consistente en todos los segmentos, aunque los hombres son ligeramente menos críticos que las mujeres, evaluando el agua con una nota de 3,6 frente al 3,1 de las mujeres.

 

 

 

En cuanto al sabor del agua, un 63% de los encuestados considera que el agua tiene sabor, mientras que un 37% opina lo contrario. Cabe destacar que entre las personas mayores (46 a 55 años), la percepción de que el agua no tiene sabor aumenta hasta un 42%.

 

“El estudio deja en evidencia que un poco menos de la mitad de la población no consume agua sola para saciar la sed. Entre quienes sí lo hacen, predominan las opciones de aguas comercializadas, mientras que sólo una minoría bebe agua de la llave, debido a la percepción generalizada de que la calidad del agua en la Región Metropolitana es deficiente”, dijo Castillo.

 

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