Los expertos aseguran que en la reunión de este martes el BC mantendrá la Tasa de Política Monetaria (TPM) y mostrará un sesgo neutral, para luego, en las próximas reuniones, ya marcar de manera más clara el sesgo a la baja y de esta forma ir preparando al mercado.
Parece que ya hay un consenso pleno de que el proceso de alza en la Tasa de Política Monetaria (TPM) llegó a su fin. Y es por ello que, para la reunión que el Banco Central sostendrá este martes, las expectativas apuntan a que habrá una mantención, quedándose en 11,25%.
Eso fue lo que precisamente recomendó el Grupo de Política Monetaria (GPM) integrado por las economistas Eugenia Andreasen y Andrea Tokman y los economistas, Carlos Budnevich, Tomás Izquierdo y Juan Pablo Medina.
En su argumentación plantearon que la inflación ha venido mostrando paulatinamente un cambio de tendencia, “confirmando un incipiente proceso de moderación”. Así, destacan que el IPC de octubre mostró un alza mensual de 0,5%, lo cual estuvo por debajo de las expectativas que suponían un registro en torno a 1%. Asimismo, la inflación del IPC sin alimentos y energía tuvo una variación de 0,4% en octubre y el IPC sin volátiles tuvo un incremento de tan solo 0,1%.
Para los próximos meses, el grupo de economistas esperan que “las variaciones del IPC se mantengan moderadas, coherente con una actividad económica que se va debilitando y con precios internacionales que se mantienen relativamente estables”.
De esta manera, ahora, el análisis entre los economistas se comienza a centrar en cuándo el Banco Central debería comenzar a bajar la tasa de interés, puesto que hay coincidencia en que la inflación comenzará a ceder en los próximos meses. Las dudas, eso sí, están puestas en la velocidad en que comienza a desacelerarse la inflación.
En la atenuación del incremento de los precios de los bienes importados subrayan que “ayuda la reciente disminución de las presiones devaluatorias sobre el peso relativo al dólar”.
Hacia mediano plazo las expectativas de inflación también se han moderado. Y menciona que las expectativas de inflación de la encuesta analistas del BC sitúa a la inflación anual en 11 meses adelante en 5,8% y para 23 meses adelante en 3,5%. “Ambos indicadores son menores que lo que se contemplaba en agosto pasado”.
No obstante, resaltan que “aún es temprano para declarar que la batalla por el control inflacionario está ganada y que el descenso de la inflación es duradero y coherente con una meta inflacionaria de 3%”.
Abril, el mes clave
Por ahora, los economistas consultados esperan que abril sea el mes en que el instituto emisor comience a reducir la tasa de interés, pero todo ello sujeto a cómo va transitando la inflación. Por ello, subrayan que, en la reunión de este martes, el BC muestre un sesgo neutral para luego en las próximas reuniones ya marcar de manera más clara el sesgo hacia próximas reducciones para ir preparando al mercado.
Felipe Ruiz, economista de Bci espera que el primer recorte de Tasa de Política Monetaria (TPM) “se efectúe en abril, con un recorte de al menos 150 puntos base en la medida que las expectativas de inflación se encuentren en torno al 3%”. De concretarse esta previsión, la tasa de interés quedaría en 9,75%.
Alejandro Fernández, economista de Gemines consultores, plantea que en su escenario base tiene previsto que la TPM comience a recortarla en abril o eventualmente mayo, todo eso condicionada a la evolución de la inflación».
Carolina Molinare, economista del OCEC-UDP, argumenta que espera que la inflación cierre en 12,3% a diciembre de este año. De concretarse, la baja de tasas debiese comenzar en segundo trimestre de 2023, es decir, abril. Para Molinare, “sólo una sorpresa significativa a la baja en inflación, que se desajuste de las expectativas, generaría una baja anticipada de la tasa de interés en el primer trimestre de 2023″.
Felipe Alarcón economista de Euroamerica, Pavel Castillo gerente de Intelligence de Corpa y Arturo Claro, economista de Econsult también tienen en su escenario base que el comienzo de las reducciones sea en abril. “Los más probable es que el Banco Central comience a bajar la tasa en abril del 2023. Esto porque para ese entonces esperamos que la inflación anual haya desacelerado significativamente, con una economía mucho más enfriada que el 2022 y probablemente en recesión”, comenta Claro.
Mientras que Castillo añade que “esperamos que a fines del primer trimestre 2023 ya veamos un panorama más claro y que de espacio para realizar paulatinas bajas de tasas. De mantenerse las tendencias favorables, el tercer trimestre deberíamos ver bajas más pronunciadas y a fines del 2024 ya deberíamos estar en tasas de años normales”, afirma Castillo.
De allí en más, los expertos recomiendan que la próxima baja sea de manera pausada y dependiente de cómo vaya evolucionando los precios. No obstante, hay coincidencia en que terminará el año bastante más abajo. Así, las previsiones apuntan a que finalice entre 5% y 8,5%.
En la parte baja de las expectativas se ubica Molinare, quien prevé que “la tasa cierre 2023 en 5% o levemente superior, mientras que para el primer semestre de 2024 entre a su nivel neutral”.
En la parte intermedia de las previsiones está Claro, quien dice que “si es que las expectativas inflacionarias continúan disminuyendo, como es de esperar, creemos que la TPM se situará en torno al 6,25% a finales de 2023″. Ya en la parte alta de las estimaciones está Fernández que prevé un rango entre 7,5% y 8,5% para cierre del próximo año y Castillo, quien espera que se ubique en 7%.