De acuerdo a las cuentas nacionales del Banco Central, el segundo cuarto del año la actividad se expandió 5,4% por debajo del 5,7% que se anticipaba. Así, el primer semestre terminó con una expansión de 6,4%. En la medición desestacionalizada hubo una nula variación. Los expertos esperan caídas anuales para el tercer y cuarto trimestre.
El aterrizaje de la economía será más rápido de lo previsto. Si bien el crecimiento promedio del primer semestre fue mayor al esperado a principios de año, el Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre registró una menor expansión de la prevista con los Imacec. De acuerdo a las cuentas nacionales del Banco Central, el segundo cuarto del año la actividad se expandió 5,4% por debajo del 5,7% que se anticipaba y que promediaban los Imacec. Así, el primer semestre terminó con una expansión de 6,4%.
En términos desestacionalizados, con esta reducción del PIB, la economía quedó a un paso de lo que los economistas definen como “recesión técnica” -dos caídas consecutivas del PIB trimestral, frente al trimestre inmediatamente anterior- ya que el segundo trimestre hubo una nula expansión (”la actividad económica no presentó variación respecto del trimestre anterior” dice el BC en el documento presentado este jueves) y en el primero se registró una caída de 0,6%. Para otros como el economista jefe de Scotiabank, Jorge Selaive, ya estamos en recesión técnica. No obstante, en su análisis extiende a dos décimas el registro del PIB del segundo trimestre. Al hacerlo así, la cifra que aparece es -0,01. “Se acentúa la desaceleración y el segundo semestre viene algo peor”, escribió en su cuenta de twitter.
En el detalle del trimestre, el Banco Central mencionó que la demanda interna aumentó 8,7%, impulsada principalmente por el consumo de los hogares con un alza de 7,8% particularmente en servicios y, en menor medida, de bienes no durables; en contraste, el gasto en bienes durables se redujo. En tanto, la mayor inversión se sustentó en la formación bruta de capital fijo (FBCF), la cual registró una expansión de 7,3%, incidida mayormente por la inversión en maquinaria y equipo. Por su parte, la acumulación de existencias también contribuyó al crecimiento, alcanzando un ratio acumulado en doce meses de 1,9% del PIB, a precios del año anterior.
Respecto del comercio exterior de bienes y servicios, las exportaciones cayeron 0,3% y las importaciones aumentaron 10,9%. En el primer caso, el resultado se explicó principalmente por menores envíos de cobre; en el segundo, destacaron las mayores internaciones de químicos, combustibles y vestuario.
El ahorro bruto total ascendió a 26,5% del PIB en términos nominales, compuesto de un ahorro nacional de 18,0% del PIB y un ahorro externo de 8,5% del PIB, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos.
El BC menciona en su informe que “en línea con la política de revisiones de las cuentas nacionales, la tasa de crecimiento del PIB del primer trimestre se revisó al alza, de 7,2% a 7,4%. En tanto, el crecimiento de la actividad económica del segundo trimestre fue menor en 0,3 décimas respecto al cierre preliminar del Imacec (de 5,7% a 5,4%). Lo anterior se explicó, principalmente, por la incorporación de información actualizada para la elaboración de los indicadores de coyuntura”.