Pero los altos registros no se detendrán en el séptimo mes del año, ya que los expertos esperan que se mantenga en torno a 1% hasta septiembre o incluso noviembre para luego comenzar a descender.
De esta manera, el peak proyectado rondará el 13,8% durante esos meses.
La escalada inflacionaria que vive la economía chilena no cede. Las expectativas todavía no muestran atisbos de una moderación en los precios, sino que lo contrario. Eso es al menos lo que prevén los economistas de manera preliminar para julio, por lo que todo indica que superará una nueva barrera en la próxima medición que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) entregará el 8 de agosto.
En junio, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue de 0,9% ubicándose levemente por debajo de lo esperado. Sin embargo, en su medición anual subió a 12,5%, su mayor nivel en 28 años. Ahora esta cifra podría seguir escalando.
Para el séptimo mes del año, los expertos tienen una previsión de entre 1% y 1,3%. Con ello, la inflación anual subiría a entre 11,7 y 13%. De concretarse esta última estimación se alcanzaría su mayor nivel desde marzo de 1994 cuando la inflación fue de 13,7%.
En la parte alta de las expectativas está la proyección de la economista principal de Bci, Francisca Pérez, quien espera un alza de 1,3% y con ello llegaría a 13%. “Alimentos y energía serán las divisiones que más aportaran, mientras que por productos serían todos los tipos de carnes, frutas y verduras de estación, harina”, sostiene la economista.
Martina Ogaz, economista de Euroamerica, estima una variación mensual del IPC de 1,3% y de 13% en doce meses. “Durante julio, vemos varias divisiones que continúan presionando bastante el IPC. Entre estas, destaca transporte, recreación y cultura y alimentos”.
Un poco más abajo en las previsiones se ubica Tomás Flores, economista de LyD quien prevé un 1,2% impulsado por alimentos y combustibles. Pavel Castillo, gerente de Intelligence en Corpa espera un 1%. “Las divisiones que seguirán presionando al alza será transporte, alimentos y turismo. Esto se debe principalmente a un efecto más directo del precio del dólar. Hay otras categorías específicas que también ven su efecto directo que son los artículos importados, como los automóviles”, sostiene.