CORPA Market Intelligence

Nuevo “fenómeno” de estafas por aplicaciones de citas que advierte la PDI

En los últimos dos años, la Policía de Investigaciones ha recibido un total de 38 denuncias por el delito de estafa y otras defraudaciones por aplicaciones de citas. Tinder, Badoo y Facebook Parejas son las redes de las cuales se registran reportes. ¿Se puede hablar de un fenómeno? La comisaria Patricia Rojas, de la Brigada Investigadora del Cibercrimen Metropolitana, dice que “estamos en un fenómeno en aumento lamentablemente”. Académicos del área de la psicología y las ciencias sociales entregan sus definiciones ante esta forma de emparejamiento que cada vez suma más adeptos.

“A todos les encantaría conocer a alguien en un bar o una tienda. Pero hoy, la mejor forma es en una aplicación de citas”. Con estas palabras comienza el popular documental de Netflix “El estafador de Tinder”, el que cuenta la sorprendente historia de Simón Leviev, un supuesto multimillonario de origen israelí que estafó a una serie de mujeres a las que conoció a través mencionada aplicación.

Dinero, viajes, una empresa de diamantes, entre otras excentricidades, eran parte de la vida que Leviev decía llevar, pero todo era una mentira orquestada para defraudar a sus víctimas. En nuestro país, según cifras de la Policía de Investigaciones (PDI), en los últimos dos años se han recibido 38 denuncias por el delito de estafas y otras defraudaciones contra particulares a través de aplicaciones de citas como Tinder, Facebook Parejas y Badoo. En 2022, hasta el mes de marzo, la cifra llegó a los dos casos.

Al desglosar los números, durante 2020 se presentaron 10 denuncias. De estas, 5 corresponden a Tinder y 5 a Badoo. Al año siguiente, se reportaron 28 casos: 22 desde Tinder, 4 de Badoo y 2 de Facebook Parejas. En perspectiva, un aumento de casi el 200% según los guarismos que maneja la policía civil. Por regiones, lidera la Metropolitana por un amplio margen.

Pero, ¿estamos en presencia de un nuevo fenómeno? La comisaria Patricia Rojas, de la Brigada Investigadora del Cibercrimen Metropolitana de la PDI, señala que “estamos en un fenómeno en aumento lamentablemente porque las redes sociales y todas estas aplicaciones van sumando adictos”, dice.

Asimismo, la pandemia jugaría un rol crucial para explicar el alza en la comisión de estos ilícitos. “El mismo encierro en el cual las personas estuvieron en sus hogares hizo que accedieran más a las plataformas, interactuaran con otras personas de forma virtual y fueran engañadas”, sostiene la funcionaria policial. Pese a esto, revela, “no todas denuncian por un tema de vergüenza”.

Lo anterior va en la línea de un estudio elaborado por CORPA Market Intelligence, entre enero y febrero de 2021, aplicado a casi 500 personas, que intentó dar luces del comportamiento de los usuarios en estas plataformas. Al ser consultados “¿Cómo cambió la frecuencia de tu uso de aplicaciones de citas durante la pandemia?”, un 28% de la muestra dijo haber aumentado; un 11% manifestó que siguió igual; y un 10% señaló no poder comparar porque empezó a usarlas en este periodo.

Durante el confinamiento fue un auge a nivel mundial. De hecho, si buscan estudios en otros países van a encontrar que en general aumentó en entre un 10-15 por ciento el uso de estas aplicaciones de citas”, explica Pavel Castillo, gerente comercial de CORPA. Y agrega que “dentro de quienes más la han utilizado están los segmentos jóvenes de la población, pero los avanzados en edad también la utilizan, y son los hombres más que las mujeres”.

En tanto, la comisaria Rojas explica que “la pandemia hizo que el resguardo que tenían que tener las personas en sus casas, los hiciera estar solos, sentirse más vulnerable a la misma soledad, y por eso buscaban encontrar un compañero o una pareja idealizada. Siempre es importante que la persona sea precavida cuando va a entablar una relación por estos medios que son de citas online”.

Por eso es importante que la persona sea “precavida” cuando va a establecer una relación por estos medios online. No compartir datos sensibles, direcciones, y estudiar el comportamiento del otro son parte de las recomendaciones que se hacen desde la PDI. “Muchas personas entregan hasta los datos bancarios, entregan las contraseñas de correo electrónico porque… para que la otra persona sienta que realmente confía en el otro y le comparte todo, toda su intimidad”, detalla.

EMPAREJAMIENTO

María Teresa Barbato, bióloga, doctora en Complejidad Social y especialista en Emparejamiento Humano (@enteradelove en Instagram), explica que “emparejarnos es esencial en el ser humano y en cualquier animal social”. Por ese motivo, agrega, “la investigación de qué elegimos los humanos y cómo elegimos a nuestra pareja se ha tornado sumamente relevante desde la biología y la psicología para comprender la naturaleza de las relaciones”.

Dicha relevancia ha hecho que esté hace mucho tiempo la idea de buscar personas con ciertas características para emparejarlas. “Existe desde los anuncios personales que empezaron a aparecer del 1700 en publicaciones, hasta los servicios de citas como agencias o páginas que surgieron hace décadas, ya que nuestro mercado biológico es muy amplio (…) Tinder logró democratizar este servicio el 2012 inspirándose en algoritmos de similitud de características para juntar parejas que querían citas causales”, detalla la académica.

Y es que a juicio de Barbato hace tiempo que se dejó la idea que la utilización de estas aplicaciones “son solo utilizadas para el sexo casual, existen múltiples motivaciones para utilizarlas siendo las más comununes buscar un compromiso emocional a largo plazo, entretención y exploración sexual y ampliar círculos sociales. Además, por supuesto obtener sexo casual”.

Sobre las ventajas de este tipo de herramientas, indicó que estas van desde la gestión de la cantidad de contactos y la planificación de encuentros antes de tomar alguna decisión. “Otra ventaja muy importante y que han logrado los algoritmos más avanzados es que puede tener acceso a parejas que quizás en la vida real hubiera sido difícil encontrarlas o si las encuentras es difícil gastar mucha energía en conquista y retención de la misma”, dice la profesional.

En la vereda de enfrente, “la mayor de las desventajas que la da el anonimato es el tema de las estafas que han aumentado a medida que aumenta su uso de estas apps también, donde se recomienda googlear a la persona, juntarse con ella en un lugar publico y seguro y pedir sus redes sociales”, cierra la especialista.


María Alejandra Energici, psicóloga, doctora en Sociología, y académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Alberto Hurtado (UAH), dice que “las aplicaciones de citas son solamente otras formas de ser en la habitualidad”. Esto, expuso, porque “tendemos a pensarnos como sujetos que somos por una parte en el mundo físico, y que el mundo virtual fuese una segunda realidad, digamos, que pareciera que la una y la otra no se tocan”.

Respecto de si estamos en presencia de un cambio en cómo entendemos las relaciones de parejas, sostiene que “por una parte sí”, ya que la “segmentación no funciona tanto”. “Nosotros tendemos, digamos, a funcionar en grupos bastante endogámicos donde uno conoce a alguien a través de un tercero que te lo presenta, entonces eso hace que estas redes sociales, cierto, parecieran más amenazantes, en el sentido de que no tienen este componente más endogámico que tienen en general otras formas, digamos, de emparejarse”, dice.

Entonces, lo anterior podría ser “algo novedoso”, pero Energici no cree que eso “cambie la forma de emparejarse”. “Si tú me preguntas, de hecho, en ese sentido cuáles son las ventajas que tiene diría que una de las cosas que hace es (que) se abren círculos que en otro contexto, sobre todo en Chile, son bien difíciles de abrir”, señala.

Pese a lo anterior, una de las desventajas que la experta ve en estas aplicaciones de citas es que “hay ciertos factores de seguridad que son más difíciles de sostener. Pero, de nuevo, si uno mira las relaciones que no comienzan por virtualidad, siguen siendo relaciones con un potencial violento súper alto”, finaliza.

Pavel Castillo, de CORPA, señala que en su estudio “un 16% de las personas declaró que sí ha vivido alguna situación de riesgo, lo que es un número no menor y relevante, y quienes más declaran que han vivido alguna situación de riesgo son los más jóvenes de 23 años o menos”.

Pero, ¿qué sensación nos da el ciberespacio? Gloria Gramegna, psiquiatra de Clínica Indisa, dice que “los seres humanos cuando tenemos la sensación de pérdida de libertad, que fue lo que ocurrió en pandemia, que creo que explica este fenómeno el cual usted alude a través de las cifras de la PDI, significó que nosotros estuvimos, mucha gente, encerrada en sus cuatro paredes y el ciberespacio daba la sensación de libertad”.

Agrega que Bauman describe que estamos en una sociedad líquida en la cual tenemos acceso a un montón de gente, por ejemplo, en aplicaciones donde se consiguen parejas. “Una de las cosas que va pasando ahí es que son parejas de muy corta duración; en la medida en que se consiguen más parece ser un logro mejor; y en la medida en que el dejar atrás la pareja que se había formado también es un logro”.

Ahora, ¿qué pasa que la gente cae en estafas? La doctora Gramegna explica que “se entra en un espacio en que se cree que hay confianza, intimidad, conocimiento, y a través de eso es que se puede confiar números de cédulas, o números de cuentas, o claves secretas, por qué, porque se cree en algún minuto que es una persona que va a estar allí como es la pareja, que la persona que está, que va a ayudar pase lo que pase y va a tender una mano y uno en eso cree que puede confiar”.

Desde sobrellevar la soledad, pasando por el entretenimiento, hasta el sexo. Para Mauricio Salgado, director de la carrera de Psicología de la Universidad Andrés Bello (UNAB) Santiago, los motivos por los que un usuario ingresa a Tinder son “variados”. “Uno en general tiene la idea (…) de que las personas que utilizan Tinder, por ejemplo, solamente quieren conocer a alguien para tener una relación sexual, pero la verdad es hay muchas más razones”, dice.

A renglón seguido, expone que “hay personas que la utilizan, por ejemplo, por presión social y aprendizaje vicario, como lo conocemos, o sea, mi círculo cercano la está usando y yo quiero probar y ver cómo funciona, qué tal es, cómo me va utilizándola. Hay personas que la utilizan para aumentar su autoestima, tener ahí su perfil, digamos, y ver cuántas personas los contactan, si genera o no interés, es algo que a algunas personas las ayuda, incluso, con su autoestima”.

También menciona que las plataformas se han ido especializando. “La forma en que las personas abordan sus vínculos sociales también tiende a afectar el tipo de aplicación que utiliza. Se ha visto que personas que abordan las relaciones sociales de una manera más ansiosa, es decir, quienes se muestran con un mayor miedo a esta solo y quieren conocer mucha gente de manera muy compulsiva, tienden a utilizar por supuesto, a preferir, aplicaciones como Tinder. En cambio, quienes son más bien evitativos, es decir quienes son en buena manera un poco más introvertidos tienden a utilizar aplicaciones como OkCupid, en la cual uno comparte mucha información para asegurarse que va a tener un buen match de alguna manera”, sentencia el académico.

En las mismas cifras a la que accedió la Unidad de Investigación de Radio Bío se consignan las órdenes de investigar que han recaído sobre la PDI emanadas desde el Ministerio Público. En 2020 la policía civil recibió 2 instrucciones, mientras que el 2021 la cifra aumentó a 13. Hasta marzo de 2022, la Brigada del Cibercrimen Metropolitana registró 42 disposiciones.

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